martes, 18 de agosto de 2009

Actitud del académico hacia la promoción de la Ley de Servicio Comunitario del Estudiante Universitario.

El servicio comunitario es donde todos y cada uno de los miembros de la comunidad se involucren, es decir, participen en el desarrollo de dicha comunidad, compartiendo decisiones que beneficien a la comunidad y de esta manera determinar su propio futuro.

Gómez y García señalan que la participación, significa intervención en la toma de decisiones, el control y la coordinación. Esto quiere decir que los miembros de la comunidad deben elegir un proyecto comunitario, planificarlos, implementarlo, gestionarlos, supervisarlo y controlarlo, es decir el servicio comunitario va mucho más allá de una simple colaboración comunitario.


Respecto al servicio comunitario en las universidades, en este aspecto se muestra la efectividad del estudiante de desarrollar sus capacidades, no solo es el profesor el que controla la gerencia de los proyectos sino que también intervienen las comunidades involucradas. En la realidad la actitud del académico universitario, como agente socializador, en compatibilidad con la promoción de la participación comunitaria es poco interesado, la mayoría de los académicos universitarios desconocen la Ley de Servicio Comunitario y no dominan las concepciones filosóficas y teóricas respectivas que les permita reflexionar ante la realidad que enfrentan. Los académico universitarios en su mayoría cumplen con el servicio comunitario no porque se tengan un proyecto que beneficie a cierta comunidad, este cumple este servicio no por querer sino por deber. El académico no interactúa debidamente con la comunidad, no desempeñan su rol como agentes de cambio
El incipiente rol pedagógico del académico en su comunidad, evidencia la ausencia de gestión educativa, por cuanto su actitud no refleja decisiones estratégicas capaces de abordar, a partir de la universidad, el desarrollo sociocultural, económico y político de las comunidades.


El objetivo del proyecto comunitario según Ley del Servicio Comunitario (2006), es ofrecer un servicio concreto, no un simulacro, no una actividad que tranquilice las conciencias, no una acción ocasional, sino una respuesta acotada, pero lo más eficaz posible a una problemática real.

Autores: Martins, Filiberto
Cabeza, María A Cammaro

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